MI ALAJA CON DIENTES PARTICULAR

Si, este fin de semana he descubierto que tengo una alaja.


Pero no una alaja cualquiera, si no con dientes nada más ni nada menos.


Y esque cuando termineis de leer este post me dareis toda la razón de que tengo una alaja.


Tal vez muchas de vosotras teneis otra alaja parecida, fijo que en vuestros comentarios sale un "como te entiendo", " me pasa lo mismo", pero... descubrir que tienes una alaja con dientes es un trauma la primera vez que te das cuenta.


¿Qué como me di cuenta?

Vereis, estabamos el sábado en casita y de menú para la comida decidí cocinar unas alitas en pepitoria. La receta original es con pollo pero como a mi querido M le encantan las alitas pues yo las hago así.

No suelo hacerlas mucho ya que eso es como poner unos fuegos artifiales en toda la cocina ya que saltan tanto las dichosas alitas que a mi me ha llegado a saltar el aceite a la pared de enfrente de donde guiso y me da tanta rabia que no las suelo hacer mucho porque luego me toca limpiar toda la cocina.

Pero se que a mi M le vuelven loquito, son su plato favorito y a mi que me encanta verle disfrutar comiendo, (porque es un punto verle comer del gusto y la forma tan particular que le pone a comer toda clase de platos), pues quise darle el gusto.

Cuando llego la hora de comer y entró a la cocina y vio sobre la mesa su plato de alitas en pepitoria (que solo come él porque yo no las pruebo por lo que engordan) se le hicieron los ojos chiribitas.

Allí estabamos los dos comiendo, él sus alitas yo mi ensaladita, y yo no hacía más que mirarle.

Ainsss y esque estoy muy namora de mi M, pensaba yo mientras le miraba con cara embobada como devoraba sus alitas y mientras le chorreaba la salsa por los dedos.

Se me queda mirandome, yo le sigo mirando pestañeandole a forma de hacerle ojitos de que me tiene namoraita perdia cuando me dice:


-Ya se que te voy a regalar para reyes.

-¿A si?, y que es cielo? (Yo pensando en que por fin habia pillado una de mis grandes indirectas, de unas botas nuevas que necesito, mi colonia favorita, o un jarrón de una tienda de al lado de casa que me tiene loquita y que siempre que pasamos por alli se lo digo mil veces).








-Una freidora, para que me hagas más a menudo las alitas en pepitoria (me dice con una sonrisa de oreja a oreja).





Mi cara era un poema pues se me acavaba de caer las gafas de color de rosa que llevaba puestas sin darme cuenta y que me hacian verle perfecto, hasta con churretes en las manos de la pepitoria.

-¿Queeeeeeeeeeeeeee? en todo caso yo te regalare la freidora a ti que eres tu el que te comes las alitas.


-Siempre te quejas de que saltan mucho y por eso no me las haces, asi no tendras escusas. Además yo ya sabes lo que quiero, un taladro inhalambrico.


-Como me regales una freidora no vuelvo ha hacerte alitas en tu vida si no te las haces tu mismo.


-Jolin yo no se porque te pones asi, encima que te quiero quitar trabajo en la cocina y quebraderos de cabeza en que haces de comer, yo te compro la freidora y tu me pones a mi todos los días alitas.


La cara que le puse tuvo que ser de asesina o de niña del exorcista.


-Vale, vale, jolin a las mujeres no hay quien os entienda.


Que majo él, encima no se pispo el porque me sentó tan mal que pensara regalarme una freidora, su conclusión final fué que no hay quien nos entienda.

Y ahí, ahí mismo me di cuenta que tengo una alaja con dientes en casa.


No digais que no.