Después de trabajar 11 horas tu cuerpo y mente no queda para muchos trotes y la vista ya ni os cuento.
Algunos días mi jornada laboral se ve aumentada en un par de horas más ya que tengo que seguir echando un capote a mi querido padre.
M me había ido a buscar al trabajo pues ese día se había quedado con el coche, mi niña iba encantada por haberme ido a buscar.
Llegamos al mercadona, subimos a la niña en un carrito y entramos.
Antes ir a comprar incluso comida me encantaba, planeaba muy bien todo lo que compraba para hacer a mi familia comidas ricas y saludables e incluso conseguía ahorrar.
-¿Qué vamos a comprar?- Me pregunta M.
-Polos de cuchuruchos- Dice mi niña.
-Pues estamos buenos, uno que no sabe que la nevera esta pelada y la otra con los cuchuruchos tiene bastante.
-¿Qué hacemos para cenar?-Les pregunto.
-Que más da, lo que quieras-Dice M.
-Caca- Dice mi hija mientras se rie.
Y mi niña ha descubierto que la palabra "caca" usada en cualquier frase o conversación le hace mil de gracia.
-Jolin coge lo que quieras, ¿qué quieres que te diga?- Me dice M sorprendido porque me enfado.
-Ya pero luego llegamos a casa y bien que preguntais si no hay esto ni lo otro, jolin ahora es el momento, coger vosotros lo que querais.
Mi hija me hace una señal -Yo quiero cuchuruchos de... -Se pone una manita en la boca tapándose una gran risa apunto de salirle-.... caca- y la risa que le entró la hizo hasta toser.
Seguimos por los pasillos, todo es un dilema, ¿pollo o ternera? ¿gel hidratante o para pieles secas? ¿suavizante del azúl o el verde? ¿leche entera o semi?
Su cara es un poema. Y yo me cabreo más delante de la estantería de la pasta.
-No llores, haz el favor.
-Pues quiero galletas.
-Espera que salgamos.
-No, quiero galletas de caca.
-Que dejes la caca ya COÑO- la digo enfadada.
-Aleee nos vamos porque ya no puedo más y ya veremos que hacemos de cenar.
-Cenamos COÑO- Suelta mi hija.
-Perfecto-dice M- ahora la niña dice una palabra más bonita que caca, ya lo que nos faltaba.
-Si ayudaras un poco más.
-¿Y qué más quieres que haga? Te recuerdo que yo también trabajo, me encargo mucho de la niña y hago mis tareas en casa. Esta es tu tarea, no la mia.
-No se en que momento se decidió que yo me encargaba de comprar, cocinar y lavar.
-En el momento en el que te diste cuenta que si me encargaba yo moririas desnutrida o de úlcera de estómago.
Pasamos por la caja, 78 € que me gasto sin haber comprado nada que me solucione más que dos días. Que asco, cada día todo está más y más caro.
Volvemos al garaje y me niña divisa nuestro coche.
-Mira mama nuestro coche está ahí en donde el 3 y el....8 (su número preferido es el 8), yo creo que nos ha tocado el 58.
M y yo nos miramos, nos da la risa. A veces tiene unos puntos la niña muy buenos.
Pero yo sigo con el ceño fruncido metiendo bolsas al coche.
-Anda tonta que te enfadas por nada, veras cuando llegues a casa, lo tengo todo recogido y siempre podemos cenar esta noche lo que ha dicho la niña- Me dice poniéndome una mano en el culo y con la otra metiendo una bolsa al maletero del coche.
Me hace gracia su comentario y sobre todo la sonrisa picara que me pone que le hace irresistible y sabe que me encanta.
-Mama ¿sigues enfadada?
-No, ya no- la digo dándola un gran abrazo mientras la coloco en su sillita del coche.
-Porque yo te quiero muchiiiiiiiiiiiiiisimo, hasta los anillos de Saturno 2 veces.
Me enternece tanto que mi hija me diga que me quiere que todos mis males se van.
-Y yo a ti mi niña bonita.
Y nos subimos al coche con los lunnis a toda marcha cantando los tres.
Y por una milésima de segundo todo se me olvida, disfruto de mi pequeña familia a la que quiero y adoro.
Y eso es lo que últimamente busco. Mis milésimas de segundo.
PD. Gracias a todos los que sin tener tiempo ni para publicar pasais por aquí día a día. Gracias a todos los que os habeis apuntado como seguidores porque me ha gustado veros. Gracias por vuestros animos. Gracias por todo.
El mundo bloguero también me reportan milésimas de segundos.